por: Redacción
20/05/2018 | 10:00 am
Archivo
La mayor de las hermanas Elizondo. Su elegancia es tan discreta que más parece una monja que una señorita de sociedad. Se sabe fea y ya se siente una solterona que ha renunciado a los placeres de la vida. Por esto no guarda ninguna esperanza de matrimonio y oculta sus frustraciones bajo una capa de mansedumbre y total conformismo. A falta de gracia, esgrime su bondad, su inteligencia, su cultura y su angelical sonrisa, como únicas armas para ganarse la buena voluntad de las personas que le rodean.