por: Yesimar Gerdler
04/10/2018 | 11:30 am
AP
Miles de personas se encuentran refugiadas en carpas y albergues en la isla indonesia de Célebes, afectada por un sismo y posterior tsunami el pasado 28 de septiembre.
Los residentes cuyas viviendas quedaron destruidas por la tragedia viven momentos de incertidumbre aunque mantienen la esperanza de que llegue más ayuda por aire tanto a Palu como al distrito de Donggala.
Los afectados excavan en escombros para encontrar cualquier insumo o medicina que puedan aprovechar. Otros recogen materiales para levantar alojamientos temporales.
El vocero de la policía nacional, Dedi Prasetyo, anunció que las autoridades del país reforzarán la seguridad en las zonas afectadas para garantizar el orden público luego de que fueron detenidas 92 personas por sustraer artículos como aceite de motor, neumáticos o equipos agrícolas.
Prasetyo señaló que el restablecimiento del orden público es necesario para reanudar la actividad económica.
La Agencia Nacional para la Contramedida de Desastres del país (Bnpb), pidió a la población no hacer eco de rumores y confiar únicamente en fuentes creíbles de información luego que corrieran advertencias falsas de un nuevo sismo.
El Ministerio de Salud señaló que el transporte aéreo, el tratamiento de aguas, los generadores y los albergues o tiendas de campaña son las principales prioridades.
Países como Singapur, Corea del Sur, Gran Bretaña y Japón enviaron transportes aéreos para facilitar el acceso de la ayuda internacional; por su parte, empresas multinacionales como Google y Apple se comprometieron a ayudar económicamente. Además, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aportó 15 millones de dólares y otras naciones realizaron también aportaciones.
El vocero de la Bnbp, Sutopo Purwo Nugroho, declaró en rueda de prensa que la cifra oficial de fallecidos aumentó a mil 424. El portavoz señaló que más de 70 mil personas se vieron obligadas a dejar sus casas y se espera que la cifra de víctimas mortales aumente a medida que los equipos de rescate lleguen a las zonas aisladas.