por: Inés Reyes
28/12/2017 | 2:10 pm
AP
Un brutal ataque efectuado este jueves fue reivindicado por el grupo extremista Estado Islámico (EI), quien devastó un centro cultural chií en la capital afgana de Kabul.
Al menos 41 personas murieron, mientras que otras 84 resultaron heridas, aunque muchas de ellas con quemaduras graves producidas por las intensas explosiones.
La agencia de noticias Aamaq, vinculada al grupo EI, agregó que se habían empleado tres ataques y un atacante suicida que produjo dentro del centro; un edificio de dos pisos donde se habían reunido decenas de personas para conmemorar la invasión soviética de Afganistán en diciembre de 1979.
La descripción de la agencia coincidía con los relatos de los testigos, quienes agregaron que un agresor había logrado entrar en el centro y se había inmolado con explosivos.
El portavoz del Ministerio del Interior Najib Danish, explicó que varios atacantes suicidas habían provocado una explosión ante el centro antes de atacar el interior.
A través de un comunicado la agencia Aamaq, la milicia radical sostuvo que el centro estaba financiado por Irán y se utilizaba para propagar creencias chiíes.
El Presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, describió el ataque como un “crimen contra la humanidad”.
Afganistán tiene la cifra de víctimas por minas más alta del mundo. Se cree que cada mes 140 personas, mueren o resultan heridas por minas y otras bombas colocadas en los caminos del país.