por: Yesimar Gerdler
13/06/2018 | 9:01 pm
Pixabay
Muchas mujeres dejan de beber leche durante el embarazo debido a su contenido graso porque no desean aumentar mucho de peso.
Sin embargo, la importancia de tomar leche durante esta etapa junto con una dieta equilibrada que incluya todos los grupos de alimentos y modere la cantidad refrescos, harinas y azúcares refinados, no representa ningún riesgo de aumento de peso corporal y sí ofrece muchas ventajas para la mujer embarazada, por ejemplo, un alto aporte de calcio.
El calcio necesario para la formación de los músculos y huesos del bebé será tomado de las reservas de su madre, por eso es muy importante un consumo adecuado de este mineral durante la gestación.
Se recomienda beber 2 vasos medianos de leche diariamente y complementar con otros lácteos como yogurt o queso, así como legumbres y verduras de hoja verde.
La leche aporta elementos necesarios para el embarazo, y es una fuente muy completa de proteínas, además aporta beneficios para concebir; ayuda en la producción de esperma y favorece la salud del endometrio.
Se ha demostrado que aumentando la ingesta de calcio antes del embarazo se reduce el riesgo de hipertensión y, en una fase más avanzada del embarazo de preeclampsia; una complicación relacionada con esta.
Además, la leche aporta nutrientes indispensables para la regeneración del tejido celular, lo que permitirá que el cuerpo de la mujer alcance una recuperación óptima después del parto.
Debido a esto los lácteos tienen un papel insustituible en la dieta de la embarazada al aportar, entre otros, proteínas de alto valor biológico, calcio, vitamina D y vitaminas del grupo B.
Consejos para tomar leche en el embarazo
Los beneficios de la leche no los obtendrás si la tomas mezclada con té o café, porque los potenciales efectos dañinos de la cafeína anulan sus bondades.
Disfruta de la leche en el embarazo con cereales, o en un batido; y no abuses de ella si tiendes a padecer de problemas nasales o digestivos.