por: Redacción
08/11/2017 | 8:15 am
Imagen Referencial - Pixabay
La difteria era la décima causa de muerte en el mundo a principios del siglo XX, pero con la vacunación su contagio ha disminuido.
La enfermedad produce falsas membranas que se adhieren a la piel y superficies mucosas es decir, nariz, garganta, amígdalas, vías digestivas, zona genital, ojo y corazón.
La inflamación es de color blanco grisáceo o negro y puede llegar a comprometer la respiración hasta producir la asfixia. Entre los grupos más afectados están los niños menores de cinco años y los adultos mayores de sesenta.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los factores como mala higiene o deficiencia de vacunas pueden incrementar el riesgo de contagio, éste puede pasar a través de contacto directo con las gotas que se liberan al toser o estornudar.
La enfermedad necesita entre 2 a 5 días para comenzar a manifestarse y tiende a confundirse con un gripe debido a sus síntomas similares:
La difteria debe ser tratada con urgencia debido a que evoluciona muy rápido. En el momento que se confirme el paciente necesita una antitoxina por intravenosa y un tratamiento de antibióticos como penicilina y refuerzos de las vacunas.