por: Elena Velásquez
26/02/2021 | 1:00 pm
@dw_espanol
Este jueves, 25 de febrero, el Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó un ataque aéreo contra las milicias proiraníes al este de Siria.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, informó que las acciones fueron autorizadas por el Presidente norteamericano, Joe Biden, y que el objetivo de estas era destruir «la infraestructura utilizada por grupos militantes respaldados por Irán», tales como Hashed al-Shaabi, Kataib Hezbolá y Kataib Sayid al Shuhada.
Por su parte, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, detalló que las fuerzas aéreas estadounidenses perpetraron el ataque con base en los datos proporcionados por los organismos de inteligencia de Irak, a quienes les han «alentado a investigar», a fin de «precisar el objetivo».
Según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 22 combatientes de la milicia proiraní Hashed al-Shaabi murieron en el bombardeo.
Estas acciones se produjeron en respuesta a los recientes ataques contra zonas en las que se encuentran instalaciones con tropas, diplomáticos y contratistas estadounidenses en territorio iraquí, como la Zona Verde de Bagdad, donde impactaron dos misiles el pasado lunes; y la base aérea que se halla junto al Aeropuerto Internacional de Erbil, en Kurdistán, donde cayeron tres proyectiles el pasado 15 de febrero, dejando un saldo de un fallecido y seis personas heridas.
«El Presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la coalición (…) Al mismo tiempo, hemos actuado de una manera deliberada que tiene como objetivo desescalar la situación general tanto en el este de Siria como en Irak», agregó Kirby al respecto.