por: María Fernanda Pérez
22/07/2024 | 4:30 pm
El Pueblo Digital
En la milenaria ciudad de Xi’an, China, donde reside el imponente ejército de Terracota, un nuevo tesoro ha salido a la luz. Se trata de un carruaje fúnebre perteneciente al mismísimo Primer Emperador de China, Qin Shi Huang, quien gobernó durante la dinastía Qin (221-206 a.C.).
Este hallazgo sin precedentes ha generado gran expectación en el mundo de la arqueología, ofreciendo una mirada fascinante a las prácticas funerarias y la tecnología de una época crucial en la historia china.
El carruaje, de cuatro ruedas y fabricado principalmente en madera, se encuentra en un estado de conservación excepcional, desafiando las barreras del tiempo con sus 2 mil años de antigüedad. Mide 7,2 metros de largo y presenta una capota que, en su apogeo, lucía vibrantes colores gracias a las elaboradas pinturas que la adornaban.
Los expertos creen que este carruaje fue utilizado para transportar el ataúd del Primer Emperador durante su ceremonia fúnebre.
Junto al carruaje, se han encontrado otros objetos de gran valor histórico, como arneses para caballos, piezas de bronce y cerámica, y diversos elementos decorativos. Estos hallazgos complementan la riqueza del descubrimiento y aportan información valiosa sobre la vida y el lujo que rodeaban al Primer Emperador, una figura clave en la unificación de China.
De esta manera, el impacto de este descubrimiento ha traspasado las fronteras de China, atrayendo la atención de la comunidad arqueológica internacional. Muchos expertos lo califican como uno de los hallazgos más importantes de los últimos años, comparable en relevancia al propio ejército de Terracota.