por: Jonás Rodríguez
02/11/2020 | 9:00 pm
@Milenio
Un grupo de arqueólogos descubrió un efectivo sistema de filtración de agua diseñado por los mayas en la antigua ciudad aborigen de Tikal, Guatemala.
Los expertos encontraron en el ancestral embalse restos de zeolita y cuarzo, dos minerales que no pertenecen al área y que son utilizados en la remoción de agentes contaminantes del agua.
«Los mayas crearon este sistema de filtración de agua casi dos mil años antes de que se usaran sistemas similares en Europa, lo que lo convierte en uno de los sistemas de tratamiento de agua más antiguos de su tipo en el mundo», señaló el autor principal del trabajo, Kenneth Barnett Tankersley.
El descubrimiento fue hecho en el embalse «Corriental», el cual fue uno de los principales depósitos de agua potable para los habitantes de Tikal.
Allí, los expertos de la Universidad de Cincinnati (UC) encontraron partículas de zeolita y cuarzo en arena gruesa.
Según los científicos, no hay posibilidades de que los minerales estuvieran allí cuando el embalse fue cavado. De hecho, estudian la posibilidad de que la zeolita haya sido extraída de un sitio ubicado a 30 kilómetros al noreste de la ciudad.
En este sentido, el co-autor del trabajo, Nicholas Dunning, halló una fuente potable de cuarzo y zeolita hace aproximadamente 10 años mientras realizaba un trabajo de campo en la zona.
«Era una toba volcánica expuesta y erosionada de granos de cuarzo y zeolita (…) Exudaba agua a buen ritmo», afirmó.
Asimismo, la UC determinó que las muestras recabadas anteriormente por Dunning coinciden estrechamente con los minerales encontrados en Tikal.
«Probablemente fue a través de una observación empírica muy inteligente que los antiguos mayas vieron que este material en particular estaba asociado con agua limpia y se esforzaron por llevarlo de regreso», indicó el académico.
Aunque es imposible determinar con exactitud cómo funcionaba este sistema de filtración, la hipótesis presentada por los especialistas fue la siguiente:
«El sistema de filtración era probablemente mantenido con muros de piedra (…) La zeolita y los cristales de cuarzo en la arena estaban confinados con un tejido de petate (una alfombra de fibras de palma o juncos) u otros materiales porosos perecederos posicionados a contracorriente o justo antes del acceso al reservorio, los cuales eran periódicamente expulsados hacia esta durante las inundaciones causadas por los ciclones tropicales».
Además, los expertos destacaron que en el depósito no se encontraron rastros de contaminación, por lo cual se presume que el sistema era sorprendentemente efectivo.
«Los antiguos mayas vivían en un ambiente tropical y tenían que ser innovadores (…) Esta es una innovación notable (…) Mucha gente considera que los nativos americanos en el hemisferio occidental no tienen la misma ingeniería o fuerza tecnológica de lugares como Grecia, Roma, India o China (…) Pero cuando se trata de la gestión del agua, los mayas estaban milenios por delante», concluyó Tankersley.