por: Jonás Rodríguez
02/05/2023 | 5:00 pm
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Un equipo de expertos creó un modelo computacional innovador capaz de evaluar el impacto del calentamiento global sobre los 4 mil kilómetros de la tundra siberiana, determinando que la misma podría desaparecer para el año 2500.
Según la información, la tecnología, diseñada por el ecólogo Stefan Kruse y su colega Ulrike Herzschuh, analiza los ciclos de vida de los árboles individuales, incluyendo anticipaciones vinculadas a dónde podrían dispersar sus semillas y que tan bien crecerían ante la competencia de otros árboles.
Además, también estudia las tasas de crecimiento basándose en la temperatura, la precipitación y la profundidad del deshielo de verano registrado en algunas regiones de la tundra.
Con este método, los especialistas descubrieron que una vez que los árboles comienzan a marchar hacia el norte en respuesta al calentamiento, lo hacen rápidamente y no es probable que retrocedan nuevamente si las temperaturas bajan.
Ante este hecho, plantearon varios escenarios, uno más prometedor que el otro. El primero señala que si las emisiones de carbono se reducen a cero para el año 2100 y el aumento de la temperatura global se mantiene por debajo de 3,6 grados, se mantendría el 32,7% de la tundra actual.
Sin embargo, en un escenario peor, para el 2500 quedaría solo el 5,7% de la mencionada tundra, lo que aniquilaría por completo dicho ecosistema.
Los expertos también explicaron que el estudio no contempló lo qué sucedería con los habitantes de la tundra, en los que se incluyen tribus indígenas, pero consideran que la supervivencia de los mismos podría verse comprometida.
«La cultura depende en parte de la tundra (…) Si esto se pierde, será una gran pérdida para la humanidad», agregó Kruse.
Por otra parte, se desconoce cómo la pérdida de la tundra puede afectar el calentamiento futuro, pero existe la teoría de que dicho suceso podría acelerar el daño.
«La mejor opción sería reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero para reducir la presión (…) Sin embargo, si no podemos hacer eso, uno necesita al menos hacer conservación de especies» concluyó el experto.