Estudios indican que uno de cada 100 bebés nace con cardiopatía

Los defectos en el corazón suelen ser comunes, debido a ello es de suma importancia que durante el embarazo se realicen los chequeos y seguimientos pertinentes, para que posteriormente los niños con alguna cardiopatía reciban los tratamientos necesarios que influyan en su calidad de vida.

La cardiopatía congénita es una patología que está presente desde en el nacimiento, pues se desarrolla durante las primeras seis semanas de gestación, ya que el corazón no se forma de manera correcta, por lo que su estructura y funcionamiento pueden alterar la forma en la que la sangre fluye.

Dicha condición puede causar defectos leves hasta unos más complicados que significan un riesgo para la vida.

Según cifras definidas mediante estudios, el 1% de la población mundial padece cardiopatías congénitas, pero el 99% tiene tratamiento.

Uno de ellos es el cateterismo intervencionista, en el que se practica una cirugía de catéter y otro procedimiento es la cirugía de corazón abierto.

Las cardiopatías pueden ser de tipo genético y además, un matrimonio consanguíneo aumenta el riesgo de padecerlas, según lo indicó Federico Borges, especialista en cardiología y hemodinamia.

Asimismo, sostuvo que las perturbaciones que recibe el feto en las primeras seis semanas del embarazo, pueden afectar negativamente el desarrollo del corazón.

Sin embargo, el experto resaltó que una consulta obstétrica a tiempo puede prevenir una cardiopatía congénita, mediante un procedimiento llamado ecocardiograma fetal.

Finalmente, indicó que la mayoría de los pacientes logran llevar una vida normal y que, en el caso de aquellos que siguen presentando afecciones, pueden optar por hábitos saludables como ejercicios y una buena alimentación, además de continuar con el tratamiento.