Lunares en niños: ¿Son motivo de preocupación?

Los lunares son causados por un crecimiento excesivo de células pigmentarias. Estas células se llaman melanocitos, que son los que dan a la piel su color.

Estos crecimientos comunes en la piel pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, aparecen con mayor frecuencia en áreas expuestas al sol, como la cara, los brazos y las piernas.

Por lo general, pueden ser de diferentes formas, tamaños y colores. Según dermatólogos, pueden ser planos o elevados; marrones, negros, rosados o incluso del color de la piel.

Aunque la mayoría son inofensivos, algunos pueden ser cancerosos. Por lo tanto, es importante revisar sus lunares con regularidad para detectar cualquier cambio. Es importante que consulte a un médico si nota algunos cambios, tales como:

• Asimetría: La mitad del lunar no coincide con la otra mitad
• Borde: Los bordes son irregulares, dentados o poco definidos
• Color: Si observa que el lunar cambia de color o se vuelve multicolor
• Diámetro: Cuando aumenta de tamaño
• Elevación: El lunar se vuelve más elevado
• Picazón, dolor o sangrado: El lunar pica, duele o sangra.

También es importante que consulte a un médico si tiene antecedentes familiares de melanoma, piel clara, muchos lunares o haber tenido quemaduras solares graves en la infancia.