por: Yorman Sarmiento
17/10/2022 | 10:00 am
El Español
Las acusaciones de corrupción entre el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, marcaron el primer debate de cara a las elecciones en segunda vuelta que se efectuarán próximamente para definir la presidencia del gigante sudamericano.
Durante un mitin celebrado en una favela de Río de Janeiro el pasado miércoles, Bolsonaro había declarado que Lula tiene un pacto con el narcotraficante Marcos Camacho, alias Marcola, y dijo que estaba “rodeado de traficantes”.
Por su parte, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) desestimó estas acusaciones y aseguró que su contrincante asocia la criminalidad a la pobreza, a la vez que le reprochó sus “amistades” con las milicias; un grupo de policías activos y retirados que controlan decenas de favelas en Río de Janeiro.
En medio del debate, organizado por la televisión Band, Lula asomó el vínculo que puede existir entre el líder de derecha, el crimen organizado y la muerte de la concejal de Río de Janeiro, Marielle Franco.
“Bosolnaro sabe quien cuida del crimen organizado no soy yo (…) Quien tiene relación con milicianos no soy yo (…) Y él sabe quién es (…) El crimen organizado que tiene relación con la muerte de Marielle”, aseveró.
El debate tuvo un formato libre en el que se presentaron los cruces de palabras y enfrentamientos constantes, al punto de llegar casi al contacto físico, cuando Bolsonaro colocó la mano en el hombro de Lula, después de un comentario irónico del exsindicalista.