por: Reuters
15/03/2016 | 2:18 pm
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Madonna se defendió este martes de las acusaciones que señalan que se encontraba ebria sobre el escenario la semana pasada durante una actuación en Australia, diciendo que sólo era un papel de la actuación en la que vestía como un payaso y se caía de un triciclo.
En una publicación en la red social Instagram, la cantante pop de 57 años agradeció el apoyo a sus fans, después de que varios medios y vídeos publicados por el público mostraran un comportamiento errático en los conciertos del 10 y 12 de marzo en Melbourne.
Las críticas a su actuación se producen en medio de una batalla con su ex marido, el cineasta británico Guy Ritchie, por la custodia de su hijo de 15 años Rocco.
«Es muy triste que la gente no conozcan el arte de interpretar un papel. No podría hacer ninguna de mis actuaciones colocada o borracha», escribió Madonna en Instagram.
«Esto demuestra el sexismo y misoginia que hay, no sólo no cobramos igual que los hombres sino que todavía se nos trata como herejes si nos comportamos mal o si nos salimos de lo establecido», añadió.
La semana pasada, Madonna se vistió con una peluca rosa, un sombrero de copa, medias a rayas y un vestido de color amarillo para hacer una actuación especial de «Lágrimas de un Payaso», dentro de su gira «Corazón Rebelde». Después, la cantante publicó una foto mientras bebía una cóctel Cosmo, según sus representantes, por lo general hecho con vodka y zumo de arándanos, encima del escenario.
Vídeos publicados por seguidores mostraron a la cantante tropezándose y hablando de forma errática durante el concierto, en contraste con sus giras fuertemente coreografiadas. Dos días después, su comportamiento volvió a crear revuelo en otro concierto en Melbourne.
En la actuación de «Lágrimas de un Payaso», Madonna mostró una gran foto de Rocco cuando era pequeño para transmitir a sus fans que «probablemente habría disfrutado más de esta gira (‘Corazón Rebelde’) si él no hubiera desaparecido tan de repente».
Rocco lleva viviendo con su padre en Londres desde diciembre, después de que se negara a volver a casa de su madre en Nueva York. El joven había trabajado entre bambalinas en los primeros conciertos de la actual gira de Madonna.