por: María Fernanda Pérez
16/10/2025 | 1:30 pm
Imagen: @echbookdesign
La imagen que miles de devotos verán adornar la Basílica de San Pedro en el Vaticano el día de la canonización de José Gregorio Hernández no es una simple fotografía antigua, sino el resultado de una delicada intervención artística impulsada por la fe y la intención de acercar al «Médico de los Pobres» a su pueblo.
Este relato, cargado de emoción, tiene como protagonista al artista venezolano, Eduardo Chumaceiro, quien reveló la historia detrás de la sutil, pero significativa, sonrisa añadida al retrato oficial.
Chumaceiro trabajó en 2019 en el proyecto visual para el centenario de la muerte del Beato, a solicitud del Padre Gerardino Barracchini, Vicepostulador de la Causa de Canonización.
La visión: Humanizar la santidad
El motor de la modificación fue la clara visión del Padre Barracchini. Las fotografías históricas de José Gregorio Hernández, aunque auténticas, lo mostraban con un semblante invariablemente serio, una imagen que el Vicepostulador deseaba suavizar.
El Padre Gerardino le encomendó a Chumaceiro un cambio fundamental: hacer que José Gregorio se viera «más amigable y cercano».
Aunque esto implicaba alterar una imagen histórica, la justificación era poderosa: reflejar su inmensa caridad y espíritu, presentando un Beato más accesible que resonara con la gente común.

Para lograr este delicado balance entre historia y humanización, Chumaceiro contactó al diseñador gráfico, Ricardo Arispe. Juntos, exploraron la forma de inyectar calidez en el rostro del Beato.
Así, Arispe propuso dos versiones, y la elegida fue la que ofrecía una «sonrisa más suave y natural». Esta imagen, dotada de una calidez renovada, se convirtió en el eje central del proyecto visual del centenario y fue crucial al ser utilizada para la introducción de la Causa de Beatificación en Roma.
La culminación de este esfuerzo llegó recientemente, cuando Ricardo Arispe compartió con Chumaceiro un video que confirmaba la emocionante noticia: la imagen con la sutil sonrisa había sido la elegida por el Vaticano para ser colocada en el tapete de la fachada durante la canonización.
«No puedo más que sentir una profunda gratitud. Gracias, Ricardo. Gracias, Padre Gerardino. Y gracias, desde el corazón, a la persona que me recomendó para este trabajo», dijo Chumaceiro en redes sociales.