por: Yorman Sarmiento
25/03/2025 | 12:00 pm
EFE-EPA-Fabio-Frustaci
Sergio Alfieri, médico del hospital Gemelli y que se ocupó de la salud del Papa Francisco durante su hospitalización, explicó cómo fue todo el proceso y mencionó que en un momento tuvieron que decidir “entre parar y dejarlo ir o probar con todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo un riesgo muy alto”.
El experto, quien ya había atendido a Francisco en otras ocasiones, dijo que “Francisco sabía que podía morir”; mientras que quienes estaban alrededor tenían lágrimas en sus ojos y hasta él mismo dijo “esto es malo”.
Asimismo, Alfieri destacó que el peor momento para el pontífice fue cuando sufrió la infección respiratoria, la cual derivó en una neumonía bilateral, cuando tuvo un episodio de broncoespasmo.
“Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según he podido entender durante este periodo de hospitalización, lo quieren sinceramente, como a un padre. Todos sabíamos que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no lo lográramos”, resaltó.
De igual manera, acotó que debieron “probar todos los medicamentos y terapias posibles, corriendo el riesgo muy alto de dañar otros órganos”.
“Durante días corrimos el riesgo de dañar los riñones y la médula ósea, pero seguimos adelante, luego el organismo respondió a los tratamientos y la infección pulmonar mejoró”, explicó.
No obstante, el médico recuerda el buen humor del Papa durante toda su estadía en el hospital.
“En cuanto empezó a sentirse mejor pidió dar una vuelta por la sala. Le preguntamos si quería que cerráramos las habitaciones de los pacientes, pero en lugar de eso miró a su alrededor en busca de la mirada de los otros pacientes. Se desplazaba en silla de ruedas, un día salió de la habitación cinco veces, quizá más”, relató.